El maquillaje en cine toma su referente en el teatro de finales del siglo XIX. Sin embargo, fueron necesarias algunas adaptaciones por las características específicas como el detalle del primer plano. La profesionalización del maquillaje de cine y teatro tiene sus orígenes en los últimos años del cine mudo. Algunos de los directores de cine más reconocidos fueron los impulsores de la figura del maquillador, exigiendo la profesionalización de esta figura que, a pesar de no ser percibida directamente por el espectador, es clave para un recreación adecuada de la escena. Fue entonces cuando los mejores estudios de Hollywood empezaron a contratar maquilladores profesionales (en su mayoría ex-actores).

 los inicios de la profesión

 maquillaje zombiWestmore y Max Factor abrieron el camino de la profesión, a los que sucedieron reconocidos maquilladores como Cecil Holland, «padre de los maquilladores» (The lost world; 1925 y La máscara de Fu Manchu; 1932).

Poco a poco la profesión fue evolucionando. La «dinastía» Westmore fue la creadora del primer departamento de maquillaje de Hollywood. Jack Pierce y Maurice Seiderman revolucionaron el mundo del celuloide en los años 30 con su aportación de estudio de la anatomía en el maquillaje. Pierce recreó personajes como Frankenstein, La Momia o El Hombre Lobo. Seiderman aportó un gran perfeccionamiento en el ámbito de los envejecimientos, creando 37 caras para Orson Welles en Ciudadano Kane. 

Aportaciones importantes 

 

Cabe destacar la actuación paralela e intrínsecamente ligada de las marcas de cosmética y maquillaje. Max Factor, conocido maquillador de origen ruso, revoluciona el mundo del maquillaje en cine y consigue importantes avances en productos específicos para el maquillaje de personajes en los años 20. Gracias a esta intervención en el cine, su marca empezó a venderse al público general en todo EEUU a finales de la década. 

Otro de los grandes puntos de inflexión que influyeron enormemente en el maquillaje para cine fue, sin duda, la aparición del technicolor. Posteriormente el cromatismo derivó en otras técnicas mucho más desarrolladas. 

Evoluciones técnicascaracterización de vagabundo  

Procesos de envejecimiento y rasgos característicos, así como heridas, han sido unas de las principales ocupaciones de los maquilladore de cine, que se han convertido en auténticos investigadores de nuevas técnicas y materiales. Inicialmente trabajaban con algodón, goma y colodión flexible. Maquilladores como George y Gordon Bau se aventuraron poco más tarde con la espuma de látex. Uno de los resultados más innovadores fueron las máscaras de simios que modeló para El planeta de los simios (1968). El látex supuso una auténtica revolución en los efectos de maquillaje para cine, facilitando creaciones cada vez más elaboradas y perfeccionadas.

Los 80 fueron una década clave en el proceso de profesionalización de la figura del maquillador. Es también en este momento cuando se introduce de la robótica en los efectos de maquillaje, permitiendo la creación de criaturas con diversos puntos de movilidad. Posteriormente Rob Bottin (Robocop; 1987) desarrolló el animatronic, una combinación de elementos de látex y esculpido prótesis con efectos tecnológicos como el movimiento robotizado. 

Actualmente 

maquillaje caracterización simioLa 1a década del siglo XXI ha sido un momento cumbre de grandes producciones de cine de ficción. Un género que está retomando la fuerza que tuvo hace décadas, pero con una técnica de caracterización mucho más avanzada en la que el papel del equipo de maquilladores desempeñan un papel clave para la escenografía y la credibilidad de la producción. 

El Laberinto del Fauno (Guillermo del Toro; 2006) fue una de las películas de ficción que revolucionó el panorama cinematográfico y despertó nuevamente en el espectador y las productoras la inquietud, la admiración y el empuje a este tipo de cine. Cabe destacar la importantísima función de los caracterizadores de El Laberinto del Fauno, de la productora catalana DDT, quienes lograron el Óscar al mejor maquillaje en 2007. THUYA ha realizado diferentes colaboraciones con los componentes de DDT y es espectacular lo que se puede aprender de ellos.