Está claro que el mundo de las uñas entró hace unos años sigilosamente en nuestro país, hasta hacerse un hueco privilegiado dentro de los servicios en los centros de estética y peluquería. El aumento de la demanda y la alta rentabilidad de estos servicios (a nivel de producto, tiempo y espacio) han hecho que, además, los servicios de uñas hayan adoptado una entidad autónoma, hasta el punto de haber aparecido numerosos centros especializados. Pero, más allá del esculpido y decoración convencionales (abarcando de lo más clásico a lo más atrevido), existe una nueva tendencia en la demanda de profesionales expertas en uñas. Éste no es otro que el mundo del espectáculo.
Uñas para ficción
En el siglo de oro de la ficción, el mercado del ocio ha alcanzado también al mundo de las uñas. Hasta el momento, el perfil de maquillador cubría las necesidades del sector. Sin embargo, cada vez más productoras apuestan por profesionales que cubran también el aspecto de las uñas caracterizadas para completar así la credibilidad y ambientación de los diferentes personajes.
El cine, la televisión, el mundo de la publicidad, los eventos y espectáculos, etc. pasan por una etapa de representación de lo irreal y lo radical. Y dentro de esta tendencia, aparece la necesidad de perfeccionar el resultado final con atrezzos y detalles cada vez más pulidos, para satisfacer a un público cada día más exigente.
El mercado, al día con esta nueva tendencia
Por todo ello, las marcas comerciales ya apuestan por productos específicos para uñas de fantasía. Y, por su parte, las profesionales invierten en formación avanzada especializada, conscientes de esa nueva oportunidad profesional emergente.
El segmento de maquilladores especializados en caracterización o en publicidad tienen ahora la oportunidad de ampliar sus competencias y desmarcarse en su profesión. La técnica y la creatividad son las dos aptitudes propias de este perfil de profesional, que llega a convertirse en un artista.